viernes, 27 de junio de 2008

El ramo - Liliana Savoia


EL RAMO
Liliana Savoia

Cuando sonó el timbre de la puerta estaba pintando. Respondió Con desgano a la llamada, pero su cara se iluminó al recibir un enorme ramo de camelias. El mensajero anunció que eran para la señorita de la casa y ella sintió una suerte de aleteo en su interior; se sentía halagada por aquella anónima entrega.
A partir de ese día, todos los martes recibía flores. Estaba intrigada, pero feliz de tener un admirador oculto. Finalmente, una tarde le trajeron el ramo acompañado de una tarjeta que decía: “Amelia, te amo, siempre tuyo, Jorge”. Dejó caer los pimpollos: ese era el nombre de la anterior inquilina.

1 comentario:

veida dijo...

Esta muy interesante tu blog, felicidades y saludos