sábado, 10 de enero de 2009

Párrafos del metro: 189 - Vladimir Koultyguin


Cuando la mujer que estaba delante de mí en la escalera automática, me miró seriamente, como si estuviera diciendo, «¿qué?, mucha gente, ¿no?» —una mirada a la vez de reproche y de compasión— me di cuenta de que un tipo borracho estaba subiendo por el lado izquierdo de la escalera, empujando a todos; lo cogí, antes de que me empujara a mí, y lo metí en mi bolsillo (que era bastante grande para que en él quepan bolígrafos, trozos de papel para escribir, arcoiris y máquinas de recobrar fuerzas). No supo qué decir una vez que estuvo adentro, mientras sentía la pequeña, seca y calma sepultura-de-unos-momentos; lo dejé sobre el puente del sauce vacío de la carretera; convertido en pájaro; se puso a volar con un vuelo blanco y gorjeando para mayor alegría de la gente.

2 comentarios:

Ogui dijo...

Quiero un bolsillo de esos? Se consiguen en Amazon? Buenísimo.

Woldemar dijo...

gracias, Ogui) si aparecieran en Amazon o en una tienda del centro de la ciudad, en un sótano...))