miércoles, 29 de abril de 2009

Fucking Freud - Eduardo Gotthelf


En 1947 William B., un paciente inglés decidido a burlar la censura que el inconsciente ejerce sobre el contenido latente de los sueños, inventó el hipnógrafo. El dispositivo grababa las corrientes eléctricas que se generan al soñar, a través de un conjunto de electrodos colocados en el interior de un casco. El aparato podía luego reproducir esas mismas corrientes, lo que debía generar en el sujeto, en estado de vigilia, las mismas imágenes.
William B. nunca pudo comprobar la eficacia de su invento. Cada vez que, con el casco colocado, oprimía el botón “reproducir”, caía profundamente dormido.

Reproducido con permiso del autor de: Cuentos Pendientes. Editorial Ruedamares (2007).

1 comentario:

Florieclipse dijo...

Una cadena de sueños dispuesta como la serie de Fibonaci, en espiral, sin comienzo ni final. Me gustó. Gracias por traerlo.