jueves, 13 de agosto de 2009

Pura vanidad - Laura Elisa Vizcaíno


Cuando desperté él ya estaba encima de mí, tomándome con sus manos callosas, restregándome contra el estiércol del piso, infectándome de su aliento a pescado. Traté de defenderme jalando sus cabellos y lo único que logré fue llenarme los dedos de algo pegajoso. Él intentaba sujetarme la cara mientras yo olía el sudor de sus axilas. Al morder mis labios y simular un beso, había algo más que saliva en esa boca, como trozos de pellejos y semillas, un sabor agrio, mezcla de las secreciones que me obligaba a probar. Cuando sentí todo el bulto de mugre dentro de mí, ya no pude hacer nada. Volteé a ver las ratas que me habían estado rodeando desde el principio y las envidié profundamente.



imagen de birdtoes tomada de Flikr

1 comentario:

Angela dijo...

Tão bem descrito e convincente que senti asco, horror!