martes, 20 de octubre de 2009

Como me considero un buen sicólogo, decidí socorrerlo - Antonio Cruz


En cuanto lo vi en el puente con la mirada perdida y el rostro confuso supe que necesitaba ayuda. Como me considero un buen psicólogo, decidí socorrerlo.
Me acerqué, le ofrecí un cigarrillo y nos quedamos conversando largas horas apoyados en la baranda.
Ya casi amanecía cuando apreté el gatillo. Aguanté el cuerpo con el hombro y disparé por segunda vez a su cabeza. Luego, con un empujón, lo tiré al río.
Me alejé con paso sereno y la satisfacción del deber cumplido. No hay nada que me ponga más contento que ayudar a los suicidas indecisos.

(Primera mención, concurso literario Psi XXI año 2003. Seleccionado en el Festival de Cuento Breve Latinoamericano. Revista LEA. Año 2004)

1 comentario:

... La Morocha dijo...

Simplemente excelente! gracias por compartirlo