martes, 14 de septiembre de 2010

A jiribateizar o morir - Héctor Ranea


Los devaneos azurípalos de Fenisisten lo hacían fácil de encontrar. Se lo reconocía por su zolcillonca de supertitanio manchado con gel de exgeta. El ultracomisario alado lo detuvo en nombre de la Reina Excicra exigiéndole que el octavo elemento le fuese entregado. Fenisisten no lo tenía por haber sido parte del gelifronicador especial y por no tenerlo fue llevado a comparecer ante el Supremo Engralompador Condestable de Urka. Mientras era engrillado, Gautman y Raneval desexcitaron al ultracomisario, lo hipercongelaron, salvando así el pellejo y las otras partes del astrónomo de los terrosos. Ahora, con tres fugitivos, Excicra iba a tener una noche de Cabiria repetida mil veces.

No hay comentarios: