miércoles, 3 de abril de 2013

¿Cuánto duran las fotos? (5) - Héctor Ranea



El escribano Guarez tendió su mano despidiéndose y mostrándome la salida de la librería que usaba de oficina. Tomé la remera del tío Ibasel, el torpedo humano, y me fui con la llave del tesoro. Acabábamos de leer su testamento y, mientras yo anotaba lo que me había dictado sobre lo que heredaría, se daba un festín con el escote de Menfis, mi pareja.
Lo que encontré fue magnífico, no tanto por las joyas, sino por algunas fotos raras de gente muerta tiempo ha, por las que me pagarían fortunas. Ibasel era conocido por su desobediencia, que lo llevó a ser el fotógrafo preferido de las revistas sobre gente famosa y el torpedero más díscolo de la guerra.
En las fotos me encontré con parientes y amigos que ya no recuerdo. Pienso que así nos roban algo de nosotros que nadie puede recuperar. La paradoja de las fotos sepia.


Acerca del autor:  Héctor Ranea

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